viernes, 4 de septiembre de 2009

9Heliograbados






Las estampas aquí reproducidas forman parte de una serie iniciada paralelamente a la redacción de mi tesis doctoral sobre el procedimiento Talbot-Klíč de heliograbado. En ella se ha estudiado su historia y utilización, su técnica y, con especial intensidad, los aspectos relacionados con el control del tono.

El nexo entre las imágenes se encuentra en las raíces del procedimiento: luz-energía del Sol, y polaridad luz-sombra como principio icónico; espacio geométrico —teórico— y espacio físico de luz que, proyectándose, configura planos fotográficos y, a su través, matrices heliográficas y estampas; tiempo, materializado y conformado en la erosión de paredes y objetos, la densidad de sustancias sensibles o la profundidad de matrices metálicas: causa y efecto de la acción de la energía —lumínica, mecánica, química— sobre la materia.

Se ha aludido también en las imágenes a la naturaleza mineral, vegetal o animal de los materiales que intervienen en el proceso. La materia animal, y el principio que la anima, están representados por la huella humana en los objetos y por las propias estampas.

Durante el estudio y práctica de la técnica han surgido diversas reflexiones: he incluido algunas de ellas relativas principalmente a los conceptos —indisolublemente unidos— de luz, espacio y tiempo: materias esenciales de la fotografía. Las estampas se han dividido en tres grupos, cada uno de ellos vinculado especialmente a uno de estos tres conceptos; a ellos se ha añadido el de proyección, que participa de los tres.


  

I
Se habla de puntos, líneas, planos
espacios tridimensionales;
en realidad no tenemos acceso
más que a estos últimos:
la superficie terrestre, una pared,
hoja de papel o lámina de vidrio,
son relieves abruptos, más o menos.
La matriz calcográfica es tridimensional:
la estampa su relieve complementario.
El plano, de existir, sería invisible
como un espejo perfecto:
sabríamos de su presencia
por la luz que reflejase,
si pudiese hacerlo sin quebrarse.




Diedro. 2008. 270 x 407 mm. Heliograbado



Plano I. 2008. 269 x 404 mm. Heliograbado




Plano II - Sombra cuarteada. 2008. 263 x 398 mm. Heliograbado





 II

El tiempo, en sí, carece de sentido:
lo adquiere a partir del movimiento,
de acciones que tienen que ver con el espacio:
como las cosas que pasan
durante un cierto giro de la tierra:
diversos cambios de forma en las paredes;
el recorrido por la luz de una distancia;
la exposición de una fotografía;
la acción del ácido en el cobre…





Plano III. 2008. 270 x 406 mm. Heliograbado




Plano IV. 2008. 400 x 270 mm. Heliograbado




Plano V. 2008. 403 x 268 mm. Heliograbado



III

La única proyección real es cónica:
la luz se esparce en todas direcciones
desde cada punto del espacio
(y una mínima fracción alcanza retinas y emulsiones);
las estrellas emiten desde distancias finitas;
el Sol es una esfera cercana
que proyecta sombras borrosas.







Soles en el suelo. 2008. 400 x 270 mm. Heliograbado




Sombra en el balcón. 2008. 265 x 392 mm. Heliograbado




Sombras en la calle. 2008. 265 x 397 mm. Heliograbado






Todas las imágenes están estampadas sobre papel Somerset Satin de 280 gr.

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martes, 1 de septiembre de 2009

Heliograbado digital




Cuatro heliograbados de imágenes digitales

El heliograbado es un proceso analógico. Sin embargo, la tecnología digital puede hacer interesantes aportaciones, especialmente en la generación de tramas y la elaboración de positivos. Durante mi estudio sobre la confección de tramas estocásticas surgieron, casi al azar, diversas abstracciones que utilizan el píxel como elemento básico. Las que aquí presento tienen un tamaño de imagen de 10x10 cm y están estampadas mediante "chine collé".





Miniurbe. 2008. 10 x 10 cm. Heliograbado y chine collé


Una estructura aleatoria que guarda semejanzas con la de algunas aglomeraciones urbanas.





Diagonal. 2008. 10 x 10 cm. Heliograbado y chine collé


Visión microscópica de una fina línea de "lápiz" en modo "mapa de bits". Los arañazos en el cobre evidencian el sutil e impixelizable comportamiento de la materia.





Trama. 2008. 10 x 10 cm. Heliograbado y chine collé


Ampliación de una de mis tramas para heliograbado que me recuerda la forma de ciertos juguetes de madera.





Laberinto. 2008. 10 x 10 cm. Heliograbado y chine collé


Buscando una versión aleatoria de la trama clásica de rotograbado, me puse a diseñar este laberinto. La idea era que el punto negro central pudiese desplazarse por toda la zona blanca sin salir del laberinto; después comprobé que había quedado un pequeño espacio inaccesible.

Heliograbado tramado


Esta modalidad de heliograbado utiliza una trama para la obtención del graneado, lo que evita el uso de betún de Judea o de resina -cosa especialmente aconsejable cuando se trabaja en el propio domicilio. En 2006 realicé mis primeros heliograbados tramados.




Tórculo. 2006. 138 x 202 mm. Heliograbado



Este fue mi primer tórculo: lo construyó un herrero a partir de unas pocas indicaciones mías. Su tracción directa me provocó una tendinitis en el hombro y fue preciso añadir la sencilla reductora (1:3) que se ve en la imagen. Mandé planificar la pletina de hierro en un taller naval. Funcionaba perfectamente, aunque había que emplearse a fondo para estampar las aguatintas.






Rosal forjado. 2006. 198 x 127 mm. Heliograbado


Un ejercicio sencillo de composición. Por detrás de la puerta metálica asomaba el extremo de un poste: tuve que usar reductor de Farmer para borrarlo del positivo. Me gusta la transparencia y ligereza de las hojas frente a la opaca solidez del hierro.






Tronco quemado. 2006. Heliograbado



Parecía haber sido fulminado por un rayo; estaba junto a la carretera de Palma a Valldemosa; el día era lluvioso y junto al árbol olía a carbón húmedo.